"Chicharito", el gran optimista del gol, lo hizo de nuevo. Foto: AFP
México cumplió con el papel de selección favorita y venció 2-1 a Corea del Sur, por el Grupo F del Mundial Rusia 2018. A pesar de tener seis puntos, el “Tri” deberá esperar el partido de Alemania-Suecia, para saber si clasifica o no a octavos de manera anticipada.
México llegaba obviamente como gran favorita ante Corea del Sur, tras el batacazo ante Alemania en el debut. Juan Carlos Osorio dispuso la misma propuesta, pero obviamente controlando mucho más el balón y no corriendo demasiado, evitando el desgaste experimentado ante la campeona del mundo.
Dentro de todo, fue un partido muy parejo. Corea le cedió el balón a los americanos, pero cuando tuvo posesión, no dudó en ser vertical. Perdonó bastante y cometió errores muy infantiles, aprovechados a la perfección por el “Tri”.
Hasta los 20 minutos, fueron los asiáticos los más peligrosos, de contragolpe. Heung Min Son, la gran estrella, fue lo mejor de Corea del Sur. Ganó todos los duelos individuales por los extremos, ya que rotaba mucho, tanto por derecha, como por izquierda, pero le faltó un socio ideal, para interpretar mejor sus aventuras. El hombre que milita en el Tottenham asustó en dos ocasiones antes del gol de México. Remató en la entrada del aŕea, pero en ambas oportunidades, aparecieron las pernas salvadoras de los zagueros mexicanos.
México también aprovechó los espacios que el rival, entusiasmado por momentos, dejó del medio para atrás. El traslado y el manejo de Vela, acompañado del endemoniado “Chucky” Lozano, fueron siempre una pesadilla para la última línea asiática.
El “Tri” se adelantó en el marcador a los 25 minutos. Por mayor jerarquía y calidad individual. Una mano en el área de Jang, le dio la chance a Carlos Vela de gritar su primer gol en una Copa del Mundo. La estrella de Los Ángeles de la MLS, definió con tranquilidad desde los doce pasos, para que México ratifique su favoritismo.
Carlos Vela puso el 1-0, de penal. Foto: FIFA
El primer tiempo se fue sin demasiadas oportunidades tras el gol inicial. En la complementaria en cambio, el trámite fue intenso, casi de ida y vuelta hasta el lapidario segundo tanto mexicano.
Kim asustó a Ochoa con un zapatazo, pero el portero “charro” siempre mantiene la máxima concentración y está para salvar a su selección. Momento después, Guardado avisó con un exquisito reamate dentro del área, pero el portero Cho apareció de la nada, para sacar la pelota del ángulo superior derecho.
Para que no queden dudas, apareció el optimista del gol, “Chicharito” Hernández, para poner el 2-0, con una definición fantástica. El hombre del West Ham recibió dentro del área, hizo pasar de largo a un defensor, con un simple amague y concretó como un gran “9”.
Ahí fue sentenciado el partido. Corea se fue arriba por vergüenza. Ya desesperado y sin mucho que perder. Para decorar el marcador y hacerse sentir en una Copa del Mundo, apareció Heung Min-Son, la gran estrella surcoreana, para dibujar un tremendo gol de zurda.
México ganó 2-1, ya suma seis puntos en el Grupo F y está muy cerca de los octavos de final. Corea del Sur quedó eliminada y jugará solo por el honor en la última jornada ante Alemania.
Son, la estrella coreana que estuvo prácticamente solo desde el primer juego. Foto: AFP
Mladen Krstajic se mostró muy molesto por la negativa del árbitro de recurrir al VAR en una falta clara en el área de Suiza. FOTO: AFP
Kaliningrado, Rusia | AFP.
El seleccionador de Serbia, Mladen Krstajic, se mostró muy enfadado con la actuación arbitral en la derrota 2-1 del viernes ante Suiza en el Grupo E del Mundial y dijo que enviaría al colegiado alemán Felix Brych "a la Haya", en alusión al tribunal para crímenes de guerra en la extinta Yugoslavia.
"Nos han robado", dijo Krstajic a periodistas de su país este sábado cuando le preguntaron por las decisiones de Brych.
A los serbios les enfadó especialmente que Felix Brych no concediera un penal cuando Aleksandar Mitrovic cayó en el área en una acción de los suizos Stephan Lichtsteiner y Fabian Schaer.
A pesar de adelantarse en el marcador con un gol de Mitrovic en el minuto 5, los serbios vieron cómo Suiza les remontaba después con tantos de Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, jugadores de orígenes kosovares.
"No le mostraría una tarjeta amarilla o una roja. Le enviaría a La Haya. Allí podrían juzgarlo, como hicieron con nosotros", apuntó.
El Tribunal Internacional para Crímenes en la Antigua Yugoslavia, con sede en La Haya (Holanda), fue impulsado por las Naciones Unidos para juzgar los crímenes de guerra cometidos en las guerras que desangraron en los años 1990 los territorios balcánicos.
Krstajic publicó fotografías del partido en su perfil de Instagram con el siguiente comentario: "Desafortunadamente, parece que sólo los serbios son condenados en una justicia selectiva, antes fue La Haya y hoy en el fútbol y con el VAR...".
Los serbios se quejaron de que el árbitro no recurrió a la revisión en vídeo de la jugada, una posibilidad que tenía a su disposición y que es una de las grandes novedades de esta edición mundialista.
El partido entre Serbia y Suiza el viernes en Kaliningrado tuvo una importante carga política. Xhaka y Shaqiri celebraron sus goles imitando con sus manos el vuelo del águila de la bandera albanesa, lo que enfadó a la prensa suiza, que lo consideró "una provocación vergonzosa". Kosovo tiene una mayoría albanesa.
El jugador de origen kosovar Xherdan Shaqiri, es la apuesta de Suiza para destrabar la defensa sueca. FOTO: AFP
Kaliningrado, Rusia | AFP.
La política se ha inmiscuido en varias ocasiones en el Mundial de fútbol. A la larga lista se sumó el sábado la celebración proalbanesa de dos jugadores suizos el viernes ante Serbia, que ha reavivado las tensiones sobre Kosovo.
¿Una simple expresión de alegría espontánea o un auténtico gesto político? Imitando con sus dos manos el águila de la bandera albanesa para celebrar sus tantos marcados contra Serbia (2-1), Granit Xhaka, nacido en Suiza en una familia kosovar, y Xherdan Shaqiri, nacido en la que fuera provincia serbia de mayoría albanesa, han desatado las iras de la prensa serbia, que denunció una "provocación vergonzosa".
"No hay que mezclar política y fútbol", lamentó el seleccionador de Suiza, Vladimir Petkovic, nacido en Sarajevo (Bosnia-Herzegovina). "Es importante mantenerse al margen de la política. Estamos aquí para vivir emociones y disfrutar del ambiente alrededor", afirmó.
Las palabras de Petkovic se alinean con la opinión defendida por la FIFA, que aboga por "una posición apolítica, es decir, de estar al margen en relación a eventuales problemáticas políticas", estima el sociólogo Ludovic Lestrelin, profesor de la Universidad de Caen (norte de Francia).
¿Por qué esa postura? "Porque la política es percibida como fuente de conflictos y de desacuerdos cuando los terrenos deportivos deben ser lugares de reconciliación", explica a la AFP.
"Evidentemente es un posicionamiento casi imposible. El deporte, y sobre todo el fútbol, ha adquirido un lugar en nuestra sociedad que, de hecho, está marcado por elementos múltiples, económicos pero también sociales o de naturaleza política", analiza.
Xherdan Shaqiri, de Suiza anotó el segundo gol y lo festejó de una manera que los serbios consideraron ofensiva. FOTO: AFP
De 1930 a 2018
Desde su primera edición en Uruguay en 1930 a un Mundial-2018 que según los opositores se usa de herramienta para que el presidente Vladimir Putin lave la imagen internacional de Rusia, el Mundial de fútbol no ha podido escapar a los momentos políticos que le ha tocado vivir.
Un ejemplo claro fue ya la edición de 1934 con el triunfo en casa de Italia, que Benito Mussolini quiso convertir en una plataforma para el fascismo. Para el 'Duce' no había otra opción que un título de la Azzurra: "Hay que ganar o destruir al adversario".
También ocurrió algo parecido en el Mundial de 1978, en plena dictadura argentina. En un régimen en el que 30.000 personas desaparecieron entre 1976 y 1983, el éxito de la Albiceleste era importante para el gobierno militar.
Hay otras veces en las que la política bajó directamente al césped, cuando el jeque Fahid Al Ahmad interrumpió de manera surrealista el Francia-Kuwait del Mundial de España-1982. Bajó desde las tribunas para protestar un gol del galo Alain Giresse, ordenando a los jugadores de su país que abandonaran el campo, antes de que el árbitro, superado por la situación, aceptara anular la acción.
'Guerra Fría' y EEUU-Irán
Los grandes conflictos geopolíticos encuentran por su parte una prolongación en la prestigiosa competición.
El espectro de la Segunda Guerra Mundial perturbó por ejemplo la edición de Francia en 1938: Austria, clasificada pero anexionada a Alemania el mismo año, no pudo disputar el torneo, mientras que siete de sus jugadores pasaron a formar parte de la Mannschaft.
Varios países de la Europa del Este boicotearon por su parte, en los años de la 'Guerra Fría', el Mundial de Brasil-1950, que se jugó sin la Unión Soviética, Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Checoslovaquia.
Corea del Norte disputó el Mundial de 1966, pero su presencia molestó a Inglaterra, país anfitrión que no reconocía su legitimidad y rechazó hacer ondear su bandera, antes de retractarse finalmente.
Alemania, desgarrada en dos desde 1945 tras la Segunda Guerra Mundial, tuvo un episodio significativo y emotivo en 1974, con el partido RFA-RDA en Hamburgo. La República Democrática Alemana ganó 1-0, pero fue la República Federal Alemana la que terminó llevándose el título.
El encuentro entre Irán y Estados Unidos (2-1) en el Mundial de Francia-1998, sobre el que se temía que pudiera aumentar las tensiones diplomáticas, se convirtió al contrario en un esfuerzo de confraternización entre jugadores e hinchas de ambos lados.
