Ucrania remontó a Eslovaquia este viernes en Düsseldorf para apuntarse una victoria por 2-1 que le permite mantener todas las opciones de clasificación para los octavos de final de la Eurocopa.
Eslovaquia se adelantó en la primera parte con un tanto de Ivan Schranz (18), pero Ucrania, obligada a ganar para no quedar eliminada, dio la vuelta al marcador tras el descanso con goles de Mykola Shaparenko (54) y Roman Yaremchuk (90+1).
A falta del Bélgica-Rumania que completará el grupo E el sábado, hay un triple empate en cabeza de la llave, con Ucrania, Eslovaquia y Rumania empatadas a tres puntos, en tanto que los belgas están obligados a sumar frente a los rumanos si no quieren despedirse prematuramente del torneo.
La dura derrota en el debut de Ucrania se cobró una víctima: Andreiy Lunin. El portero del Real Madrid pagó con la suplencia los errores que le costaron el partido frente a Rumania, siendo sustituido por Anatoliy Turbin.
Tampoco comenzaron bien las cosas para el arquero del Benfica portugués, que poco después del primer cuarto de hora del partido no salió a un centro dentro del área pequeña y Schranz se elevó por encima de la defensa para cabecear a la red.
Llevados por los miles de aficionados ucranianos presentes en la ciudad alemana de Düsseldorf, que volvieron a emocionarse al escuchar el himno de su país, con los jugadores envueltos en la bandera con los colores amarillo y azul como muestra de apoyo a los soldados que combaten la invasión rusa, los jugadores de Serguei Rebrov reaccionaron tras la pausa.
Tras una larga combinación de toda la delantera, Shaparenko cazó una pelota a la altura del punto de penal para batir a Martin Dubravka de disparo raso (54).
Ese tanto dio fuerzas extras a unos jugadores ucranianos que buscaron el segundo hasta que Yaremchuk, delantero del Valencia, aprovechó una indecisión de Dubravka para anotar el tanto de la victoria en una acción de gran calidad individual.
Un triunfo que comprime todo en el grupo E y que a falta del partido del sábado, no quedará decidido hasta la última jornada.
Düsseldorf, Alemania | AFP.
